Señores, esto es el Madrid

Ciencia-ficción se queda corta en una actuación así. Desde Capello esto es el Madrid, puro corazón y escaso fútbol. Noche mágica la del Bernabéu. No doy crédito a esto pero creo que me acostumbraré. La camiseta del Madrid pesa mucho en el Bernabéu y Capello, que no es que aportara mucho, tal vez fue el artífice de la resurrección del espíritu. O tal vez fue el intento de remontada ante el Zaragoza después de aquel 6-1. En el papel de estrella, Higuaín ha tenido la estrella que permite ganar un partido así, regateando a un central como Cata y chutando desde fuera del área en posición no demasiado franca con su pierna mala, la izquierda, clavándola en la escuadra. Anteriormente había hecho un intento similar pero con resultado opuesto. Ya ha alcanzado el honor de astro. Pese a todo, seré aguafiestas: dudo que el Madrid pase en Sevilla; no lo veo campeón, pues. Pepe no jugará.
Pero no nos engañemos. El Madrid ha jugado fatal en la primera parte y en la segunda no mucho mejor. Ha tenido tantas lagunas hoy que no sé cómo empezar. La pareja Guti-Gago daba poquitas garantías de inicio y encima no estaba Robben. Ni Drenthe. Juande confiaba en Van der Vaart por la izquierda e Higuaín en la derecha. En el lateral zurdo, Marcelo. La nulidad ofensiva del Madrid ha sido el núcleo del despropósito. Demasiados factores a tener en cuenta y demasiadas consecuencias negativas. Guti no ha sabido leer el partido (más allá de su tremendo golazo, con el cual debemos rendirle homenaje). No ha aportado nada, básicamente retornaba al origen de la jugada o bien metía pases entre tropecientos rivales. No ha habido oberturas de Higuaín ni Van der Vaaart, que se movían por el centro, pues no son extremos. Se metían casi como interiores. Pese a eso, Van der Vaart ha metido buenos balones a la delantera desde la parte izquierda, mostrándonos esa calidad que pocos en la plantilla tienen. La nefasta creatividad venía acompañada por una defensa de espanto, que ha cometido numerosos fallos importantes. Los dos laterales han perdido sus posiciones enésimas veces. Marcelo dejaba unos huecos atrás increíbles y soltaba a sus marcas. Ramos cubría por delante y se desentendía de todo. No es la primera vez que lo hace. Se comía todos los centros. Los centrales tampoco han estado afortunados en la primera parte. No presionaban arriba cuando había robo de la pelota y eso, con los laterales tan perdidos y con una transición defensiva penosa de los laterales y Guti, era demoledor, porque se dejaban latifundios a centrocampistas, delanteros y volantes azulones. Una de las claves de la defensiva merengue es la anticipación de los centrales, siempre excelentes en sus movimientos lineales. Y qué decir de la baja de Lassque ha sido excesivamente fatídica. En la segunda parte la defensa del Madrid ha mejorado por la presión ejercida por Pepe y Cannavaro. Pero, sin duda, hay que destacar la pobreza futbolística del Madrid en la primera parte, sin idea alguna y ofreciendo facilidades a un rival más bien débil. El Getafe ha sido conservador, tal vez porque el Madrid no hacía nada con la disposición del Geta. Podría haber arriesgado más y presionar arriba, a los centrales blancos, incapaces de dar salida al juego. En el Madrid no hay medios organizadores pero tampoco centrales que puedan sacar la pelota. Es un recurso que el Barça sí aprovecha. Sólo hay un defensa capaz de hacerlo: Marcelo desde el lateral. Ramos tampoco es capaz.
En la segunda mitad el Getafe ha sufrido la remontada por ese gol tan nefasto de Higuaín. Aun así tampoco ha presionado y ha preferido esperar. Robben ha sido clave con su entrada en los 15 minutos que ha gozado. Se ha lesionado. ¿Dónde está el holandés de nombre chino ahora que decía que no se lesionaría y que el Madrid tenía la culpa de las lesiones? Que hable, ahora no aparecerá, claro. Por otro lado, incomprensible cambio de Cannavaro por Javi García. No es la primera vez que Juande hace esto con Fabio, que alguien me lo explique. En cuanto a Pepe, en fin, se merece una sanción ejemplar y no jugará contra el Barça.
Pensaba que hoy sería el día en que el Madrid por fin la pifiaría. Han vuelto a quedar patentes sus lagunas pero ha ganado, qué raro. Algún día se acabará esta forma de ganar, aunque hoy ha sido el espíritu blanco el que ha imperado, con Higuaín en papel de estrella otra vez. Sin embargo, ¿lo de Casquero también ha sido por espíritu? Los elementos han favorecido al Madrid, tal vez por la injusticia de ver cómo no le pitaban un penalty (amarilla a Higuaín y consecuente acumulación) y encajaba el 1-2 posteriormente.