Demasiada duda

En primer lugar, tengo que felicitar a nuestro paisano y ganador del Tour 2007 Alberto Contador, que ha realizado un excelente Tour de Francia. Pero vayamos al tema. Tengo muchas dudas sobre el ciclismo actual, ratificando lo que afirmé recientemente. Porque todos estos casos de tramposos dopados hacen que mi optimismo disminuya considerablemente. Sin embargo confío en las pruebas antidopaje del Tour, aunque la opinión de varios ciclistas y periodistas expertos digan que los organizadores del evento se inventan sus resultados para que ganen unos determinados ciclistas. Eso es lo que me hace ser un pelín optimista, pues "sólo" ha habido tres casos de dopaje en este Tour. Lo que siento, realmente, es algo raro respecto a la credibilidad de los ciclistas. Contador me hace pensar en ciclistas de su edad limpios, con juicios morales, cuya inteligencia es suficiente para que no actúen de la manera más absurda que puede haber, dopándose. Contador, si no nos engaña, parece limpio y es un escalador valiente, incansable. Ahora se lo involucra en dopaje, normal si paramos a pensar en los últimos casos, donde la mayoría han sido los ciclistas punteros los culpables de dichos actos. Ojalá que no lo sea, porque podría llegar a ser tan bueno como Induráin, que a su edad, y si no me equivoco no había ganado ningún Tour. No obstante no me fío de nadie involucrado en el mencionado deporte, y más teniendo gentuza como la del doctor del Caso Puerto, un hombre con una cara muy muy dura. Ésta es la gentuza que empaña el ciclismo y, en general, el deporte, porque son los que incitan a los artistas del deporte a cometer el error más grande de su vida. El idiota ese va apareciendo por actos públicos enseñándonos medicina deportiva. Es indignante eso. Alfredo Relaño, director del periódico deportivo As, no acudió a una exposición donde aparecía este gilipollas ¿doctor? (aquí ya no puedo evitar perder la compostura). Hizo muy bien el señor Relaño. Yo también lo hubiera hecho.
Espero que los ciclistas de la próxima generación sepan lo que hay que hacer y me hagan volver a creer ciegamente en un deporte que me estaba enganchando desde Armstrong. Aunque lo cierto es que existe demasiada duda, algo que ha propiciado un estado de shock temporal.